sábado, 2 de julio de 2011

EL HONOR Y LA VENGANZA

  EL HONOR Y LA VENGANZA

    En 1844, el novelista y dramaturgo francés Alejandro Dumas en su libro “Los Tres Mosqueteros”,  pone en boca de D’Artagnan  la frase “La venganza es el placer de los Dioses”, pero muchos siglos antes, dicha frase está en la mente de los sicilianos.
   Sicilia es una hermosa isla del Mar Mediterráneo que tiene una controvertida historia. Comienza con el establecimiento de colonias fenicias y griegas, continúa con la llegada de los cartagineses, la incorporación del territorio al Imperio Romano, la ocupación de los sarracenos, la llegada de los normandos hasta el control del territorio en manos de Carlos I, Conde de Anjou y hermano de Luis IX Rey de Francia. 
  Se afirma que en 1282 los sicilianos, tras el grito “Morte alla Francia, Italia Anela”, se levantan contra la política opresiva francesa. El detonante de la rebelión es la violación y asesinato de una jovencita, camino a su propia boda en una Iglesia de Palermo, realizado por un soldado de la guardia del príncipe francés del cual su prometido intenta vengarse pero también es asesinado.
   La venganza y la defensa del honor como método de resolver conflictos algo frecuente por entonces en Sicilia, originan la rebelión de los lugareños  y los sicilianos que resisten la invasión francesa, se identifican con las iniciales de la frase que gritan: M.A.F.I.A.
   La revuelta, conocida como “Vísperas Sicilianas”, produce la muerte de muchos soldados franceses y luego la isla queda dividida en dos regiones: Nápoles bajo el control francés y el resto del territorio proclamado independiente, bajo el reinado de Pedro III El Grande, rey de Aragón, emparentado matrimonialmente con una familia noble de Sicilia.
   Dejando de lado los vaivenes políticos, en esa rebelión popular se gesta la mafia pero de una forma muy diferente a como se la conoce actualmente.
    En estos comienzos la mafia es una confederación dedicada a la protección de los humildes y al ejercicio autónomo de la ley. Sus miembros se llaman a si mismos mafiosos, es decir, “hombres de honor” y son decididos, valientes e imposible de engañar.  Protegen a los más débiles, emplean códigos de lealtad y  la ley del silencio, la “omerta”, es por ello que al término “mafia” se lo asocia al vocablo árabe “mu’afah” que significa “protección de los débiles”. A través de los siglos la mafia comienza a cambiar.
   Más tarde,  Sicilia es gobernada por señores poderosos que explotan a los pobres, los campesinos y  los arrendatarios de las tierras. Los recolectores de los impuestos (gabellottis), administran las propiedades de los aristócratas y reciben a cambio un gran porcentaje de las cosechas, también logran ganancias importantes de los campesinos que arriendan las tierras. Cada vez estos recaudadores se vuelven más poderosos y corruptos: extorsionan a los campesinos, controlan el abastecimiento de  comestibles a las ciudades, especulan en el mercado, ocupan tierras ilegalmente, etc. Los que gozan de privilegios, sin pertenecer a la nobleza o a las familias poderosas, son aquellos que infringen la ley, a estos se los asocia con la mafia.
LOS MAFIOSOS DE SICILIA
  Cuando comienza el siglo XIX la península itálica está compuesta por varios estados: Lombardía (dominada por Austria), los Estados Pontificios (bajo la autoridad del Papa), el Reino de Piamonte, el Reino de las dos Sicilias, los ducados de Parma, Módena y Toscana.
   Durante mucho tiempo esa península es escenario de  constantes guerras de los nativos con austríacos, franceses, alemanes y españoles, pero ellos se sienten italianos, culturalmente unidos por la raza, el idioma, la religión y la idiosincrasia común a todos ellos. En el intento de unificación de la península itálica, surge la figura de Giuseppe Garibaldi que aprovechando las circunstancias derroca al rey Borbón de Sicilia, Francisco I, anexa Nápoles y Palermo y marcha hacia Roma.
   En 1862 se produce la unificación de la península itálica  y Victor Manuel II, hijo del rey de Piamonte y Cerdeña y heredero por vía materna del ducado de Toscana,  es coronado Rey de Italia.
   Por entonces la riqueza económica de Sicilia depende de la exportación de cítricos y la economía de la isla se resiente porque el vandalismo contra los árboles y sus frutos es una amenaza constante. En este entorno, los negocios de protección para las fincas frutícolas y los campesinos crecen constantemente. La industrialización y el comercio dan un gran impulso a la “Secta”, como se llamaba por entonces a la mafia siciliana y los integrantes de la nobleza y la aristocracia gobernante son miembros activos de ella. Sus “acciones de protección” se diversifican y aumentan los actos ilícitos pero con pingues ganancias.
   En ese mismo año se estrena la obra teatral “Los mafiosos de la Vicaría de Palermo” de Giuseppe Rizzoto y Gaetano Mosca, donde sus personajes eran individuos violentos y temibles ligados entre ellos por juramentos secretos, a partir de allí muchos personajes de la vida siciliana comienzan a llamar “mafia” a los miembros de “la Secta” y del crimen organizado y ya en 1865 la policía italiana usa la palabra mafia para referirse a las agrupaciones delictivas.
 La Mafia Siciliana, La “Cosa Nostra”,  es una organización de individuos que se rigen por sus propias reglas, sus integrantes se aseguran que las amenazas que realizan no estén nunca hechas en vano y están organizados en torno de familias que pretenden la soberanía de un territorio,  en las que se destacan los Jefes o capos: el base de la familia “el Don Famiglieri”,  “Administrazione” ( la jerarquía más alta de una familia), el “Capofamiglia” o “don” (es el jefe o cabeza de familia), el “consiguiere” (consejero, mano derecha, asesor), el “caporegime” (capitan, capo jede de cada unidad de diez hombres), “Uomini d’onore o soldati (hombres de honor o soldados). Las familias cuyos miembros pertenecen a la organización son cada vez más poderosas y respetadas en el ambiente en que viven y actúan.
LA COSA NOSTRA ESTADOUNIDENSE
   A finales del siglo XIX y comienzos del XX, algunos integrantes de familias mafiosas huyen a Estados Unidos por distintas circunstancias generalmente relacionadas con las luchas entre ellas, manteniendo en el nuevo mundo su forma de vida. La Cosa Nostra italonorteamericana, ya actúa en 1908 como una filial de la mafia siciliana. La dirige el Don Vito Cascio Ferro, jefe de todos los jefes, adquiriendo un inmenso poder.
  Unos años después, cuando comienza  la Primera Guerra Mundial, Italia permanece neutral, hasta que en abril de 1915 le declara la guerra a Austria. Después de un año de cruenta guerra y de una ofensiva italiana muy intensa, Austria se rinde. En la posguerra comienza a destacar un ex socialista, Benito Mussolini que funda el partido fascista y entre otras cosas persigue a la mafia.
   Durante ese régimen, Cesar Mori, prefecto de Palermo, comienza a procesar a algunos miembros de la mafia mientras que otros huyen al extranjero, preferentemente Estados Unidos, entre ellos  Jose Bonanno y Salvador Maranzano, que llegan a ser célebres gansters de Nueva York.
 Maranzano llega a Estados Unidos en 1918 organiza y dirige una banda delictiva donde solamente actúan sicilianos nacidos en su ciudad natal: Castellamare. Entre sus actividades está la de facilitar la entrada a Nueva York a los delincuentes sicilianos que llegan a Estados Unidos escapando del fascismo italiano.
   Durante los años de la Ley Seca que rige entre 1919 y 1933, la mafia adquiere gran poder ya que sus integrantes se dedican principalmente al contrabando de alcohol en el país, ocupándose también de la manufactura, transporte, venta, importación y exportación de bebidas prohibidas. Paralelamente comienzan las grandes inversiones de capitales de las familias mafiosas en Las Vegas en relación con la prostitución y el juego.
   Por entonces Charles “Lucky” Luciano, trafica con alcohol importando directamente whisky de Escocia y Canadá y Ron del Caribe, controla la prostitución en Manhattan,  el juego ilegal y el tráfico de heroína. Entre 1928 y 1931 lidera la guerra entre familias mafiosas rivales que finaliza cuando pacta con Maranzano.
   Después de muchos enfrentamientos entre bandas rivales, con el objeto de impedir más muertes entre mafiosos, Maranzano plantea a Lucky Luciano y otros gansters la idea de repartir la ciudad en territorios exclusivos para cada una de las familias mafiosas, guardando para si el cargo de “Capo di touti capi”.
   Las cinco familias que se reparten Nueva York son: la familia  Bonanno, la Colombo, la Genovese, a la que pertenece Luciano, la Gambino y la  Luchesse (representadas con otros nombres en la saga de la película “El Padrino”), se dedican a las más variadas actividades delictivas: contrabando, prostitución, juego ilegal, asesinatos por encargo, tráfico de drogas, etc.
     Maranzano es el capo máximo de la Mafia norteamericana y Lucky Luciano el organizador de “La Comisión” integrada por los  máximos ejecutivos  de la mafia de Nueva York y de otras ciudades del país. La “Comisión” que maneja todas las disputas entre los mafiosos, también decide los negocios ilegales y controla los territorios. Teóricamente cada integrante de “La Comisión tiene un voto, pero en realidad Lucky Luciano es el de mayor poder e influencia, su poder perdura cuando es encarcelado y continúa manejando los negocios ilícitos desde la cárcel. 
LA MAFIA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
    Al estallar la segunda guerra mundial, el gobierno de Estados Unidos que no tienen reparos en aliarse con la mafia para recibir la ayuda de sus contactos, pacta con Lucky Luciano y le ofrecen la deportación a Roma, a cambio de su ayuda y la de sus contactos mafiosos en la Operación Husky. La  operación Husky es la más importante operación anfibia aliada y aerotransportada de las fuerzas norteamericanas, inglesas y canadienses, con el objetivo de recuperar Italia de las fuerzas del Eje formado por Alemania e Italia. Esta operación tiene una influencia decisiva en la guerra haciendo que Alemania pase a la defensiva y la Mafia italonorteamericana tiene una injerencia decisiva, ayudada por la mafia local.
El 10 de julio de 1943, se inicia  el desembarco de los soldados aliados en Sicilia, con la guía y el apoyo de los mafiosos italonorteamericanos y sicilianos que conocen muy bien la geografía de la Isla.
   Lucky Luciano,  Vito Genovese, Genco Russo, y otros tristemente célebres mafiosos, se involucran personalmente en esos hechos y colaboran en la guerra contra los nazis y sus aliados italianos. En el avance aliado por la isla, muchos capos de la mafia local son nombrados alcaldes de sus respectivas ciudades.
    Algunas bandas locales se unen a los combatientes, como la de Salvatore Giuliano, conocido como el Robin Hood siciliano, oriundo de la ciudad de Montelepre,  lidera  una banda dedicada a secuestros de terratenientes y comerciantes adinerados y reparte el botín entre los campesinos, participa también del movimiento independentista luchando contra los nazis y las tropas de Mussolini.
   Terminada la guerra Lucky Luciano recibe la Medalla del Congreso Estadounidense por la ayuda prestada, se le conmuta la pena y se le permite  vivir en Italia donde se pone  al frente de la mafia siciliana, resucitada al finalizar el régimen fascista. En Italia muchos mafiosos encarcelados por los fascistas son liberados e incluso indemnizados como víctimas del régimen de Mussolini.
   En Estados Unidos la Mafia recupera poder ya que los integrantes de la mafia son anticomunistas,  y eso es visto con agrado por las autoridades norteamericanas.  En esta época surgen las relaciones estrechas entre las familias mafiosas, los partidos políticos, los sindicatos, los ambientes financieros y judiciales, extendiéndose hacia todos los ámbitos del poder constituyéndose en algunas regiones como un verdadero subgobierno.
EL SEPTIMO ARTE Y LA MAFIA
   El cine realiza muchas películas sobre la mafia después que Francis Ford Coppola dirige la trilogía de “El Padrino” en los años 1972, 1974 y 1990, basada en la novela de Mario Puzo del mismo nombre. En ella se narra la vida de Don Vito Corleone, el capo de una familia de la mafia de Nueva York, desde su llegada a América huyendo de un capo mafia siciliano y mostrando el crecimiento de los negocios de su familia.
   Con un éxito mayúsculo de público, la película recibe tres Oscars de la Academia y desata polémicas de todo tipo. El film presenta un retrato bastante fiel de la época de la inmigración italiana en Norteamérica, las relaciones familiares de los italianos, la sociedad y la política del momento y la violencia criminal. Se le ha criticado la visión romántica que presenta de la mafia haciéndola atractiva y a sus personajes queribles.
    La primera película presenta la vida de Don Corleone, interpretado por un Marlon Brando excelentemente caracterizado,  es la cabeza de la familia criminal más poderosa de la ciudad de Nueva York en la década de 1940,  se maneja con un rígido código de honor situando la amistad, la lealtad y la familia en la parte más alta de sus valores.  A su muerte, su hijo Michael Corleone (Al Pacino) asciende a Don de la familia y se transforma en el hombre más poderoso de la Cosa Nostra Norteamericana, demostrando ser duro y cruel cuando la ocasión lo requiere, llevando a la práctica una de sus afirmaciones en la película: "Si algo nos ha enseñado la historia es que se puede matar a cualquiera”.  Los otros dos films de la serie narran el crecimiento de los negocios de la familia y las tramas sinuosas de las relaciones mafiosas.                                                                                                  Después de la trilogía “el Padrino” se pueden mencionar entre muchas otras películas referidas al tema: Camino a la perdición (Sam Mendes, 2002), Atrapado por su pasado (Brian de Palma, 1993, Casino (Martin Scorsese, 1995), Muerte entre las flores (Ethan y Joel Cohen,1990), Los intocables de Elliot Ness (Brian de Palma, 1987), Scarface: El precio del poder (Brian de Palma, 1983). En la televisión se destaca la serie más exitosa de todos los tiempos “Los Soprano”. En todos los casos estas historias despiertan gran interés en el público y son éxito seguro de taquilla.
LAS MAFIAS HOY
Cabe preguntarse ¿porque los personajes de las películas sobre la mafia despiertan tanta fascinación?.
    Dejando de lado la especulación sobre la respuesta a esa pregunta, la mafia ha recorrido un largo camino desde sus inicios en un lejano pueblito siciliano en la Edad Media,  hasta la actualidad en cualquier país de la tierra. Desde su nacimiento, como una respuesta organizada no necesariamente violenta y alternativa al aparato oficial para la protección del hombre, se transforma en una organización sin límites y sin fronteras,  con el objetivo de lograr el beneficio de si misma y sus miembros.
   Actualmente cuando se habla de mafia no estamos refiriéndonos exclusivamente a la mafia siciliana, italiana o norteamericana. Hablamos de la mafia latinoamericana, la mafia china, la mafia japonesa, la mafia del oro, la mafia de la droga, la mafia del tráfico de armas, las mafias internacionales, la mafia policial, etc. Estamos hablando de poderosas organizaciones delictivas que utilizan cualquier método y cualquier medio para asegurar su poder y sus ganancias.                                                                                                               Los resultados de la lucha contra la mafia son oscilantes. Cada tanto se logran renombrados éxitos judiciales, gracias a la figura del arrepentido lo que permite a los investigadores penetrar en el interior de las organizaciones mafiosas desentrañando su accionar y llevando a la justicia a sus integrantes.    Recientemente el ex alcalde Palermo, la capital de Sicilia, Leoluca Orlando, destaca que “el combate a la mafia debe ser con apoyo de la sociedad civil y el reforzamiento de la legalidad”. Diferencia al criminal común que está fuera de toda sociedad, con el criminal de mafia, “que está fuera y dentro del gobierno, iglesia, bancos, instituciones”. Asegura que “hay que sacar a los mafiosos del interior de la sociedad civil para que se conviertan en delincuentes comunes”. Resalta la necesidad de recuperar la confianza en las instituciones para lo cual es necesario limpiarlas en su accionar y maximizar su eficiencia. Nosotros agregamos que es imprescindible que algunos sectores de la sociedad  modifiquen su accionar ya que actualmente la actitud de algunos personajes públicos no difiere en nada de la de los mafiosos.                           
                            






No hay comentarios:

Publicar un comentario