PARA DIFUNDIR LO QUE LE OCURRE A UN FAMILIAR. (LA COPIA DE LA CARTA QUE ENVIÓ AL PAMI)
Hace unos meses me acogí a los beneficios de
la jubilación y posteriormente y como es obligatorio, me afilié al PAMI donde me asignaron como médico de Cabecera al dr.
DANIEL RISO de la calle Pedro Lozano 4237, teléfono 20109315.
A partir de entonces me comuniqué telefónicamente
con el consultorio, para solicitar un
turno para mi atención. En siete oportunidades
a lo largo de dos meses, me atendió un contestador automático donde se
indicaba que debía dejar mi nombre y número de teléfono para que se pusieran en
contacto con el paciente, cosa que nunca ocurrió a pesar de dejar grabados los
datos requeridos.
Ante la situación me apersoné en la delegación del PAMI
correspondiente para poner en
conocimiento y solicitar otro médico de
cabecera. La respuesta fue que no tenían otro médico para asignarme y que
insistiera con el Dr. Riso. El día 26 de mayo logro que atiendan el teléfono para
solicitar el turno y a pesar de la
reticencia de la “secretaria” en otorgármelo, insistí, explicándole que yo tenía serios problemas de salud,
entre ellos una cardiopatía congénita, hipertensión severa y diabetes.
La
secretaria , me indicó que le hiciera llegar un sobre con mis datos
personales y “algunos análisis de sangre para que el médico los vea cuando
pueda”. Atónita ante la
respuesta atiné a reiterarle a la
secretaria que yo era una paciente de riesgo explicándole mis dolencias y su respuesta fue que el doctor no tenía
turnos y tampoco tenía tiempo para atenderme.
Le informé a la secretaria que me dirigiría
al PAMI para denunciar la situación, y
me respondió “haga lo que se le dé la
gana”, dejando claro que los médicos de PAMI son los que pueden hacer lo
que se les da la gana sin ninguna
consecuencia. Es de rutina que
los jubilados se quejen no solo de la atención que reciben de los “profesionales
médicos” que tienen la desgracia de tener que consultar, sino también del trato desconsiderado e
irrespetuoso que reciben constantemente, puedo asegurar según mi experiencia
que las quejas tienen asidero.
Deduzco
que la secretaria del Dr. RISO actúa de la manera desaprensiva que lo hace con
el total consentimiento del médico y que su actitud abusiva y poco profesional puede ocasionar un
perjuicio muy serio para el pobre paciente que
tenga la desgracia que se le asigne semejante “médico”. Seguramente procede así en forma rutinaria teniendo en cuenta que
la mayoría de las veces la gente de edad soporta estoicamente la actitud
prepotente y patotera de quienes
ostentan cierto poder y abusan y
discriminan por su edad a los ancianos que no saben o no pueden defenderse.
En
forma compulsiva y obligatoria, el PAMI descuenta a los jubilados y pensionados
el 3% sobre sus haberes destinándolo a la
obra social e impidiéndole al afiliado emplear esa suma, si así lo desea, para pagar una parte de la cuota de una medicina
prepaga donde el trato no sea tan desconsiderado y peligroso para la salud física y mental de los pacientes.
Espero que la difusión de este tipo de
situaciones que son frecuentes y habituales
ayuden a poner un freno a estas actitudes abusivas y perjudiciales para los
jubilados y pensionados que han trabajado y aportado durante décadas para la
seguridad social. Saludo a ud muy atentamente.