martes, 6 de marzo de 2012

la Biblia junto al Calefón

LAS MALVINAS SON ARGENTINAS, EL GOBERNADOR DE LAS FALKLAND es inglés y ROGER WATERS está en la Rosada.

El 27 de diciembre de 1831, un grupo de soldados norteamericanos de la corbeta estadounidense USS LEXINGTON, desembarca en las Islas Malvinas, destruyendo todas las instalaciones argentinas existentes. La excusa: el impedimento que encontraban tres naves pesqueras norteamericanas, para operar libremente en la zona.
Al momento del ataque, el asentamiento argentino en Malvinas, contaba con 124 habitantes, 92 de ellos nacidos en el territorio del Río de la Plata (de los cuales 24 descendían  de ingleses),  7 alemanes y 25 soldados. El Gobernador de las Islas: Luis Vernet.
Aprovechando el ataque norteamericano, en agosto de 1832, el primer ministro británico Lord Palmerston, ordena al Jefe inglés de la Estación Naval Sudamericana, Thomas Baker, apoderarse del archipiélago por la fuerza.
Baker decide la zarpada de dos corbetas: la Clío -con el Capitán Onslow al mando- y la Tyne.
Los ingleses desembarcan en las Islas el 2 de enero de 1833, ocupándolas por la fuerza y expulsando a las autoridades argentinas  y a parte de la población. Los peones y gauchos son retenidos como mano de obra barata, entre ellos el Gaucho Rivero.

El gobierno argentino reacciona inmediatamente: después de citar al Representante Británico en Buenos Aires (que manifestó no saber nada del asunto), envía un representante a Inglaterra, Manuel Moreno,  con una protesta formal escrita en inglés y francés, documento que se conoce como “La Protesta” , iniciando una interminable serie de  reclamos.

Los constantes reclamos argentinos a los ingleses y a los organismos internacionales continúan hasta ahora.
El 2 de abril de 1982 se produce el intento de recuperación de las Islas y ocasiona una guerra desigual contra Inglaterra, su aliado incondicional Estados Unidos y su aliado ocasional Chile.
Hasta acá la historia en un relato muy breve.

En la tarde de hoy, 6 de marzo, escucho por radio un reportaje que le realizan al Gobernador de las Islas Falkland.
Traductora mediante, el señor Gobernador inglés de las islas Malvinas contesta con precisión inglesa, las preguntas que le realiza el periodista argentino Jorge Lanata.

Las preguntas se refieren fundamentalmente a “lo que piensan los malvinenses sobre los argentinos”, “lo que piensan las autoridades sobre los anuncios de la presidente sobre Malvinas”, “lo que piensan los malvinenses sobre las consecuencias de la Guerra”, etc, etc.

Obviamente, el gobernador de las Islas Malvinas contesta (empleando el nombre Falkland a cada rato) y recalca constantemente que “los argentinos son los culpables absolutos de la “sensación de inseguridad de los habitantes de las Falkland” (todo dicho en ingles of course y traducido inmediatamente al español por la traductora presente en el estudio de la radio).

Como oyente del reportaje y defensora a ultranza de la causa Malvinas, aunque no esté de acuerdo con la guerra y muchísimo menos con las acciones políticas que ocasionan el derramamiento de sangre de quiénes pelean en esas guerras, quiero decirle al señor Lanata:

No me interesa para nada lo que piensan los malvinenses sobre los argentinos, menos que nada, me interesa lo que piensan las autoridades inglesas sobre los anuncios de la presidente.
 No me interesa:
De la misma forma que a ellos no les interesa lo que pensamos de sus actos de piratería y pillaje durante cientos de años de su historia.
De la misma forma que a las  autoridades inglesas, no les interesa lo que pensamos los argentinos, acerca de los miles de esclavos que traficaron y de los cientos de barcos que piratearon o los cientos de miles de toneladas de oro que robaron.
De la misma forma que a ellos no les interesa lo que pensamos nosotros de la democracia inglesa,  la monarquía inglesa, la reina inglesa, el príncipe heredero adúltero y el principito heredero recién desposado por la plebeya, o el tercer principito (en la línea de sucesión del trono) y sus aventuras europeas.

El gobernador de Malvinas, (perdón Sir, el gobernador de las Falkland),  un año atrás residía en Inglaterra y no conocía las Islas.
Fue designado gobernador en la mismísima Londres, por alguien que no mencionó -y seguramente como castigo por algo que a ese alguien no le gustó y lo desterró a las Falkland-, pero se permite hablar de democracia, afirmando que en las Islas Malvinas hay democracia e insinuando que en el resto del mundo no la hay.

¿Como dialogar con esa gente? Y si alguien dialoga ¿Por qué no preguntarles algo distinto a lo que piensan de nosotros?

Las Malvinas son argentinas, el gobernador de facto es inglés  pero habla de democracia y los periodistas argentinos están preocupados por lo que piensan los ingleses de los argentinos.

Por respeto a los cientos de argentinos enterrados en el cementerio Blanco de las Islas Malvinas, por los excombatientes que no pueden encontrar la paz después de haber defendido la soberanía de las Islas en una guerra que ellos no declararon, basta de preocuparnos por lo que piensan en Inglaterra (o en Timboctu) de los argentinos.
Empecemos a preocuparnos por lo que pensamos nosotros de nosotros mismos y  lo que pensamos de nuestros gobernantes encontrando la forma de hacérselos saber.

En este mismo momento, anuncian por la televisión que Roger Waters llega a la Casa Rosada para su encuentro con la Presidente, los periodistas especulan sobre lo que conversarán (traductor mediante, ya que la señora presidente no habla inglés y el señor “músico venerable veterano del rock” no habla español).

El madurito músico dice que no dijo lo que dicen que dijo en Chile, cuando dijo que las Malvinas son argentinas y que se avergonzaba por el colonialismo inglés y las violaciones y el pillaje de sus compatriotas en el pasado.
El veterano músico (que ahora dice que no dijo lo que dijo) se lleva a su vieja Inglaterra casi un millón de dólares provenientes del bolsillo de miles de argentinos.
Pero la presidente le dedica una audiencia mientras se la niega a otros que se la solicitan por motivos valederos.
¿Para que recibe la señora presidente del gobierno nacional y popular al señor venerable músico inglés veterano del rock?
La señora Presidente va a informarle que las Islas Malvinas son Argentinas?
va a  pedirle que sea el intermediario entre Nuestro País y el primer ministro inglés?
O le pedirá que le cante una canción?

Ya lo decían los romanos: Pan y Circo.
Traducido al argentino: La Biblia junto al Calefón.





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