viernes, 26 de mayo de 2017

LOS MEDICOS DE PAMI

                                                               
  PARA DIFUNDIR LO QUE LE OCURRE A UN FAMILIAR. (LA COPIA DE LA CARTA QUE ENVIÓ AL PAMI)

 Hace unos meses me acogí a los beneficios de la jubilación y posteriormente y como es obligatorio,  me afilié al PAMI  donde  me asignaron como médico de Cabecera al dr. DANIEL RISO de la calle Pedro Lozano 4237, teléfono 20109315.
   A partir de entonces me comuniqué telefónicamente con el consultorio,  para solicitar un turno para mi atención. En siete  oportunidades  a lo largo de dos meses, me atendió un contestador automático donde se indicaba que debía dejar mi nombre y número de teléfono para que se pusieran en contacto con el paciente, cosa que nunca ocurrió a pesar de dejar grabados los datos requeridos.
    Ante la situación  me apersoné en la delegación del PAMI correspondiente  para poner en conocimiento  y solicitar otro médico de cabecera. La respuesta fue que no tenían otro médico para asignarme y que insistiera con el Dr. Riso. El día 26 de mayo logro que atiendan el teléfono para solicitar el turno  y a pesar de la reticencia de la “secretaria” en otorgármelo, insistí,  explicándole  que yo tenía serios problemas de salud, entre ellos una cardiopatía congénita, hipertensión severa  y diabetes.
 La  secretaria , me indicó que le hiciera llegar un sobre con mis datos personales y “algunos análisis de sangre para que  el médico los vea  cuando pueda”.  Atónita ante la respuesta atiné a reiterarle  a la secretaria que yo era una paciente de riesgo explicándole mis dolencias  y su respuesta fue que el doctor no tenía turnos y tampoco tenía tiempo para atenderme.
  Le informé a la secretaria que me dirigiría al PAMI para denunciar  la situación, y me respondió  “haga lo que se le dé la gana”, dejando claro que los médicos de PAMI son los que pueden hacer lo que se les da la gana sin ninguna consecuencia.  Es de rutina que los jubilados se quejen no solo de la atención que reciben de los “profesionales médicos” que tienen la desgracia de tener que consultar,  sino también del trato desconsiderado e irrespetuoso que reciben constantemente, puedo asegurar según mi experiencia que las quejas tienen asidero.
  Deduzco que la secretaria del Dr. RISO actúa de la manera desaprensiva que lo hace con el total consentimiento del médico y que su actitud abusiva  y poco profesional puede ocasionar un perjuicio muy serio para el pobre paciente que  tenga la desgracia que se le asigne semejante “médico”. Seguramente procede  así en forma rutinaria teniendo en cuenta que la mayoría de las veces la gente de edad soporta estoicamente la actitud prepotente y patotera  de quienes ostentan cierto poder  y abusan y discriminan por su edad a los ancianos que no saben o no pueden defenderse.
     En forma compulsiva y obligatoria, el PAMI descuenta a los jubilados y pensionados el 3% sobre sus haberes  destinándolo   a la obra social e impidiéndole al afiliado emplear  esa suma, si así lo desea,  para  pagar una parte de la cuota de una medicina prepaga donde el trato no sea tan desconsiderado y peligroso para la  salud física y mental de los pacientes.  
   Espero que la difusión de este tipo de situaciones que son  frecuentes y habituales ayuden a poner un freno a estas actitudes abusivas y perjudiciales para los jubilados y pensionados que han trabajado y aportado durante décadas para la seguridad social. Saludo a ud muy atentamente.


   

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