miércoles, 15 de junio de 2016

El virrey Sobremonte y sus admiradores k




Los argentinos somos supervivientes.
Cualquiera que haya vivido en este bendito país más de tres meses sin interrupción, sabe que esa afirmación es absolutamente cierta.
Los Argentinos no solo somos capaces de soportar cualquier infortunio, cualquier dislate y cualquier gobierno,  sino que además somos capaces de aceptar cualquier “relato” por más disparatado que sea.
Por décadas aceptamos sin inmutarnos que El General (y todos saben a que me refiero cuando escribo El General) decidiera a 10.500 km de distancia, quienes ganaban las elecciones comodamente instalado en su casa en Madrid.
El General decía “hay que votar en blanco” y millones de fieles seguidores, sin razonar ni preguntarse si eso sería bueno para el país, mansamente votaba en blanco poníendo el sobre vacío en las urnas.
Soportamos que cada cierta cantidad de años apareciera algún Teniente General, Brigadier o Almirante (y muchas veces los tres juntos) que creían que el último grado del escalafón de las fuerzas armadas era “Presidente de la Nación”  y con voz autoritaria le informaban al presidente de turno que estaba detenido y sería trasladado a alguna prisión lo más lejos posible de la ciudad, porque ellos habían decidido tomar el poder” y zácate, empezaban los comunicados militares estableciendo lo que los ciudadanos podían o no podían  hacer,   los tanques salían a recorrer las calles,  mientras el pueblo estoicamente para enterarse de las novedades,  porque  “el pueblo quiere saber de que se trata” sintonizaba “Radio Colonia”  conscientes de que a las radios locales mejor no creerles nada.
De las acciones realmente vergonzosas de esas Juntas Militares mejor no hablar, nadie ignora de qué eran capaces esos señores.

Después cuando volvió la democracia los disparates se espaciaron hasta los nefastos hechos de los inicios del siglo XXI, aunque no me olvido de las excentricidades de cierto riojano con patillas a lo Facundo Quiroga. Pero en el siglo XXI nos superamos a nosotros mismos. Ya se sabe que los argentos estamos como afirmó Darwin en constante evolución.
Durante la famosa “década ganada” las fantochadas de los funcionarios gubernamentales fueron memorables: Cadenas Nacionales diarias donde la Presidente vociferaba logros imaginarios e insultaba a izquierda y derecha del palco,  mientras ciertos descerebrados aplaudían cualquier disparate.ñ Ministros sospechados de favorecer el narcotráfico, Ministras que guardaban bolsas de dinero en sus despachos, Jefes de Gabinetes miopes con serios problemas de razonamiento que les impedía ver y suponer  lo que ocurría a su alrededor, mientras rasgaban las hojas de un diario en conferencia de prensa; líderes sociales que planificaban cortes de rutas, puentes y calles,  mientras organizaban traslados de  millones de dólares en bolsos y valijas, sindicalistas que apoyaban el mayor latrocinio de la historia del país pero intentaban no enojar a sus afiliados con declaraciones falsas y rimbombantes.
Funcionarios corruptos que malgastaban miles de millones de pesos para comprar voluntades de actores y cantantes mediocres y otras linduras por el estilo.
Pero como los argentinos nos superamos a nosotros mismos día a día, que digo, minuto a minuto, ahora aparecieron los enterradores.
Los enterradores son unos señores que hasta el año pasado fueron funcionarios kirchneristas y que ahora son Legisladores del Congreso Nacional, Provincial, Parlasur o cualquier otro Congreso que pulule por ahí. Están en ese cargo porque necesitan tener fueros para continuar delinquiendo impunemente y porque cierta cantidad de votantes descerebrados los han votado demostrando una vez más que la democracia es el mejor sistema de gobierno cuando los ciudadanos tienen neuronas que les permiten razonar y votar con responsabilidad.
Los enterradores estuvieron muy ocupados durante los 12 años del gobierno k (algunos afirman que estaban ocupados desde mucho antes, desde hace varias décadas, exactamente desde que el Barrilete Cósmico, también conocido como El Eternauta, bautizado Nestor Kirchner y rebautizado por la Arquitecta Egipcia como EL, inició su gestión como Intendente de Río Gallegos en los comienzos de su carrera política en 1983, es decir hace 33 años.
Los enterradores fueron los amigos cercanos al ex presidente difunto y según las malas lenguas, sus testaferros. Nuestros laboriosos Jueces están desde hace más de una década buscando pruebas de ello.
Actualmente, los enterradores son un grupito de esforzados individuos admiradores del virrey Sobremonte que buscan afanosamente lugares para ocultar el botín de guerra ganado honradamente en el transcurso de la década ganada del gobierno nacional y popular.
Ayer por la mañana mientras me preparaba para ir a mi trabajo,  al encender la radio escucho que un tal José Lopez, había sido detenido en un convento de monjas de clausura de la provincia de Buenos Aires. 
Según la noticia el tal lopecito había sido descubierto con las manos en la masa, pala en mano, mientras intentaba enterrar cierta cantidad de bolsos y valijas que superan con holgura la centena, en los terrenos aledaños al convento. Los bolsos y valijas estaban repletos de dólares, euros, yenes y otros papelitos internacionales con más valor que nuestro alicaído peso..
Fue la noticia de la mañana y los periodistas se despacharon a gusto según su postura política.
El cínico y desvergonzado periodista militante k Victor Hugo Morales dijo "Un hombre importante, funcionario durante 12 años, fue detenido mientras arrojaba bolsos con dinero, desesperado, por encima de la medianera de un convento. Un vecino llamó al 911 para informar sobre el hecho, que le pareció raro. Y vaya si era raro"
Entre otras opiniones sobre el tema son dignas de mencionar que El ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo Sergio Schoklender (conocido también como el parricida adoptado por Hebe de Bonafini y luego repudiado por ella cuando le robó varios millones de pesos afirmó que el ex secretario de Obras Públicas José Lopez  "era el responsable de la ingeniería del patrimonio familiar de los Kirchner" y consideró que el dinero con el que encontraron al ex funcionario en un monasterio eran "las chirolas". No haré ningún comentario sobre esto.
El venerable señor mayor Recalde Padre (ex amigo de Moyano) declaró en nombre de los diputados k con absoluta desfachatez y cinismo que  "Los bloques de diputados nacionales y del Parlasur del FPV-PJ expresan su más enérgico repudio a la conducta de cualquier actual o ex funcionario público, con prescindencia de su pertenencia política, en cuanto a la tenencia de dinero no declarado, en el país o en el exterior. Ya que ello implica cuanto menos la comisión de los delitos de evasión, defraudación a la administración pública, enriquecimiento ilícito y/o incumplimiento de los deberes de funcionario público". Ese señor tiene la impunidad que le da su cargo, su edad y su falta de ética y moral.
Con el trascurso de las horas, nos enteramos que antes de ser detenido, López intentó esconderse en el monasterio. Allí les dijo a las monjas que la policía intentaba robar la plata que él pretendía donar a la Iglesia. Luego, al ser interceptado por la policía, intentó sobornar a los efectivos, cosa que no logró, ya que los honestos argentinos son pocos pero alguno queda.

Las radios y los canales de tv se hicieron un festín durante todo el día y continuarán así hasta que aparezca otro enterrador lo suficientemente analfabeto como para intentar esconder fortunas a la madrugada, cavando en los terrenos de alguien ajeno a esta asociación ilícita cuyas propiedades  no corran  peligro de ser allanadas.

En el medio de este sainete disparatado se filtra la noticia que Policías que allanaron el despacho de la gobernadora Vidal espiando sus papeles no estaban haciendo actos de espionaje sino que estaban cambiando las cerraduras de las puertas y escritorios. Por mi paz mental dejaré el comentario sobre esa noticia para otra oportunidad.