Cualquiera que haya vivido
en este bendito país más de tres meses sin interrupción, sabe que esa afirmación
es absolutamente cierta.
Los Argentinos no solo somos
capaces de soportar cualquier infortunio, cualquier dislate y cualquier gobierno,
sino que además somos capaces de aceptar
cualquier “relato” por más disparatado que sea.
Por décadas aceptamos sin
inmutarnos que El General (y todos saben a que me refiero cuando escribo El General)
decidiera a 10.500 km
de distancia, quienes ganaban las elecciones comodamente instalado en su casa
en Madrid.
El General decía “hay que
votar en blanco” y millones de fieles seguidores, sin razonar ni preguntarse si
eso sería bueno para el país, mansamente votaba en blanco poníendo el sobre
vacío en las urnas.
Soportamos que cada cierta
cantidad de años apareciera algún Teniente General, Brigadier o Almirante (y
muchas veces los tres juntos) que creían que el último grado del escalafón de
las fuerzas armadas era “Presidente de la Nación” y
con voz autoritaria le informaban al presidente de turno que estaba detenido y
sería trasladado a alguna prisión lo más lejos posible de la ciudad, porque
ellos habían decidido tomar el poder” y zácate, empezaban los comunicados
militares estableciendo lo que los ciudadanos podían o no podían hacer, los tanques salían a recorrer las calles, mientras el pueblo estoicamente para enterarse
de las novedades, porque “el pueblo quiere saber de que se trata”
sintonizaba “Radio Colonia” conscientes
de que a las radios locales mejor no creerles nada.
De las acciones realmente
vergonzosas de esas Juntas Militares mejor no hablar, nadie ignora de qué eran
capaces esos señores.
Después cuando volvió la
democracia los disparates se espaciaron hasta los nefastos hechos de los
inicios del siglo XXI, aunque no me olvido de las excentricidades de cierto
riojano con patillas a lo Facundo Quiroga. Pero en el siglo XXI nos superamos a
nosotros mismos. Ya se sabe que los argentos estamos como afirmó Darwin en
constante evolución.
Durante la famosa “década
ganada” las fantochadas de los funcionarios gubernamentales fueron memorables:
Cadenas Nacionales diarias donde la Presidente vociferaba logros imaginarios e
insultaba a izquierda y derecha del palco, mientras ciertos descerebrados aplaudían
cualquier disparate.ñ Ministros sospechados de favorecer el narcotráfico,
Ministras que guardaban bolsas de dinero en sus despachos, Jefes de Gabinetes
miopes con serios problemas de razonamiento que les impedía ver y suponer lo que ocurría a su alrededor, mientras
rasgaban las hojas de un diario en conferencia de prensa; líderes sociales que
planificaban cortes de rutas, puentes y calles, mientras organizaban traslados de millones de dólares en bolsos y valijas, sindicalistas
que apoyaban el mayor latrocinio de la historia del país pero intentaban no
enojar a sus afiliados con declaraciones falsas y rimbombantes.
Funcionarios corruptos que
malgastaban miles de millones de pesos para comprar voluntades de actores y
cantantes mediocres y otras linduras por el estilo.
Pero como los argentinos nos
superamos a nosotros mismos día a día, que digo, minuto a minuto, ahora
aparecieron los enterradores.
Los enterradores son unos
señores que hasta el año pasado fueron funcionarios kirchneristas y que ahora son
Legisladores del Congreso Nacional, Provincial, Parlasur o cualquier otro
Congreso que pulule por ahí. Están en ese cargo porque necesitan tener fueros
para continuar delinquiendo impunemente y porque cierta cantidad de votantes
descerebrados los han votado demostrando una vez más que la democracia es el
mejor sistema de gobierno cuando los ciudadanos tienen neuronas que les
permiten razonar y votar con responsabilidad.
Los enterradores estuvieron
muy ocupados durante los 12 años del gobierno k (algunos afirman que estaban
ocupados desde mucho antes, desde hace varias décadas, exactamente desde que el
Barrilete Cósmico, también conocido como El Eternauta, bautizado Nestor
Kirchner y rebautizado por la Arquitecta
Egipcia como EL, inició su gestión como Intendente de Río
Gallegos en los comienzos de su carrera política en 1983, es decir hace 33
años.
Los enterradores fueron los
amigos cercanos al ex presidente difunto y según las malas lenguas, sus
testaferros. Nuestros laboriosos Jueces están desde hace más de una década
buscando pruebas de ello.
Actualmente, los
enterradores son un grupito de esforzados individuos admiradores del virrey
Sobremonte que buscan afanosamente lugares para ocultar el botín de guerra
ganado honradamente en el transcurso de la década ganada del gobierno nacional
y popular.
Ayer por la mañana mientras
me preparaba para ir a mi trabajo, al
encender la radio escucho que un tal José Lopez, había sido detenido en un
convento de monjas de clausura de la provincia de Buenos Aires.
Según la noticia el tal
lopecito había sido descubierto con las manos en la masa, pala en mano,
mientras intentaba enterrar cierta cantidad de bolsos y valijas que superan con
holgura la centena, en los terrenos aledaños al convento. Los bolsos y valijas
estaban repletos de dólares, euros, yenes y otros papelitos internacionales con
más valor que nuestro alicaído peso..
Fue la noticia de la mañana
y los periodistas se despacharon a gusto según su postura política.
El cínico y desvergonzado
periodista militante k Victor Hugo Morales dijo "Un hombre importante,
funcionario durante 12 años, fue detenido mientras arrojaba bolsos con dinero,
desesperado, por encima de la medianera de un convento. Un vecino llamó al 911
para informar sobre el hecho, que le pareció raro. Y vaya si era raro"
Entre otras opiniones sobre
el tema son dignas de mencionar que El ex apoderado de la Fundación Madres
de Plaza de Mayo Sergio Schoklender (conocido también como el parricida
adoptado por Hebe de Bonafini y luego repudiado por ella cuando le robó varios
millones de pesos afirmó que el ex secretario de Obras Públicas José Lopez "era el responsable de la ingeniería del
patrimonio familiar de los Kirchner" y consideró que el dinero con el que
encontraron al ex funcionario en un monasterio eran "las chirolas".
No haré ningún comentario sobre esto.
El venerable señor mayor
Recalde Padre (ex amigo de Moyano) declaró en nombre de los diputados k con
absoluta desfachatez y cinismo que
"Los bloques de diputados nacionales y del Parlasur del FPV-PJ
expresan su más enérgico repudio a la
conducta de cualquier actual o ex funcionario público, con
prescindencia de su pertenencia política, en cuanto a la tenencia de dinero no declarado, en
el país o en el exterior. Ya que ello implica cuanto menos la comisión de los
delitos de evasión, defraudación a la administración pública, enriquecimiento
ilícito y/o incumplimiento de los deberes de funcionario público". Ese
señor tiene la impunidad que le da su cargo, su edad y su falta de ética y
moral.
Con el trascurso de las
horas, nos enteramos que antes de ser detenido, López intentó esconderse en el
monasterio. Allí les dijo a las monjas que la policía intentaba robar la plata
que él pretendía donar a la
Iglesia. Luego, al ser interceptado por la policía, intentó
sobornar a los efectivos, cosa que no logró, ya que los honestos argentinos son
pocos pero alguno queda.
Las radios y los canales de
tv se hicieron un festín durante todo el día y continuarán así hasta que aparezca
otro enterrador lo suficientemente analfabeto como para intentar esconder
fortunas a la madrugada, cavando en los terrenos de alguien ajeno a esta
asociación ilícita cuyas propiedades no
corran peligro de ser allanadas.
En el medio de este sainete
disparatado se filtra la noticia que Policías que allanaron el despacho de la
gobernadora Vidal espiando sus papeles no estaban haciendo actos de espionaje
sino que estaban cambiando las cerraduras de las puertas y escritorios. Por mi
paz mental dejaré el comentario sobre esa noticia para otra oportunidad.